Las fotografías para la gran mayoría de personas son muy
llamativas, puesto que estas contribuyen a enterarnos de situaciones, conocer
lugares, recordar fechas, eventos, personas y observar transformaciónes de
sitios o personas a traves del tiempo y conocer aquel pasado en el que quiza no
estuvimos presentes.
Uno de los beneficios más grandes que podemos encontrar en
las fotografías es el aprender cosas del pasado. Pero para ello no basta con
dar un simple vistazo a ellas pues de esta manera no podriamos reconocer gran
cosa, por ello es necesario observarlas con atención y de manera minuciosa,
fijarse en los objetos o personas que están en el fondo, tener en cuenta los
detalles, comparar lo que observamos con lo que sucede en la actualidad,
imaginar qué hacían las personas de la imagen antes y después del instante en el
que fueron fotografiadas. Y jamás hay que olvidar que, detrás de la imagen,
hubo alguien que decidió captar esa escena de un determinado modo.
Por ello nos hemos decidido a realizar como parte del
ejercicio hermenéutico, un análisis de
algunas fotografías que han llegado a nuestras manos como producto de nuestra
investigación encaminada a la construcción del trabajo de grado denominado ¡Por un techo propio! Luchas y resistencias
de los sectores populares en Fusagasugá durante los años 70 y 80. Con el cual
pretendemos reconocer los procesos que se llevaron a cabo para la construcción
del barrio popular obrero y quienes fueron sus protagonistas.
Es necesario reconocer
y señalar que las principales fuentes de información para llevar a cabo
nuestra investigación se encuentran presentes allí en el barrio mismo y en
todas las familias que durante generaciónes lo han habitado y conocen de cerca
todos aquellos momentos y transformaciónes que allí se han gestado; las
fotografías son por supuesto una evidencia y herramienta bastante importante
para la recolección de datos que estamos llevando a cabo, puesto que dan cuenta
de las transformaciónes del espacio a traves del tiempo, además de contribuir
de manera extraordinaria a que sus protaonistas recuerden esos sucesos claves
de manera detallada lo que permite
enrriqueser fuertemente nuestro trabajo.
Fuente: Familia Sarmiento Riveros Barrio Popular Obrero Fusagasugá, Enero 1 de 1975.
Si
observamos esta foto sin tener en cuenta los detalles nombrados anteriormente.
Podemos decir que se trata de una humilde y numerosa familia integrada por
padre, madre y seis o siete hijos, pues no es muy claro si la persona que
aparece del lado derecho pertenece o no al núcleo familiar; esta fotografía
debe haber sido tomada hace aproximadamente treinta años por encontrarse en
blanco y negro además de la ropa que utilizan quienes aparecen en ella.
Por el terreno que se observa se puede suponer
que era una zona rural, aunque queda algo de duda debido a una serie de cercas
que se pueden ver y parte de una construcción al parecer de otra vivienda
aledaña. Por los materiales que se encuentran tras de ellos podríamos decir que
se trata de una obra en construcción y tal vez las tejas que forman esa
construcción es un cuarto en donde almacenan materiales. De la misma manera se
puede observar parte de una montaña la cual teniendo un poco más de
detenimiento podría darnos algunas referencias del lugar en donde fue tomada
esta fotografía.
A
continuación y teniendo en cuenta que esta fotografía hace parte de un álbum
familiar, consideramos pertinente para el ejercicio tener en cuenta la opinión
de los miembros de la familia con respecto a la misma.
Para
esto nos dirigimos a la señora Blanca Sarmiento, hija de esta familia quien se
encuentra a la derecha del padre en la fotografía y quien contaba con trece
años de edad en el momento en que se realiza la toma de la misma. Ella inicia
por contarnos que dicha foto pertenece al primero de Enero de 1975 y fue tomada
en el barrio Popular Obrero frente a la casa de uno de sus vecinos.
Posteriormente nombra a cada uno de los personajes que aparecen en ella de
izquierda a derecha: Serafina (hermana), Guillermo (hermano), Mario (hermano),
Luis (hermano), Leonor (madre), Franquelina (hermana), Nicanor (padre) y Blanca
ella misma. Igualmente nos cuenta que esta foto le recuerda como en su barrio
se celebraba la navidad y el año nuevo, reuniéndose todos los vecinos en casa
de uno de ellos para preparar un sancocho o algún alimento que pudiera ser
compartido entre todos. Posteriormente nos indica como lo que antes creíamos
era un lugar de almacenamiento de materiales es la casa de uno de sus vecinos;
la cual estaba construida con teja de zinc, una especie de cartulina pintada de
neme conocida como paroy y una enramada reforzada con puntillas y tapas de
cerveza. Reconoce que la mayoría de las casa y hasta la suya, poseían las
mismas características.
La
casa que observamos en la parte derecha de la fotografía pertenece a otro de
sus vecinos y esta se encontraba construida con bahareque es decir, una mezcla
de estiércol y barro. Además que cada casa poseía una huerta de la cual
extraían algunos alimentos de uso diario ya que se encontraban bastante
alejados del centro y muchas veces no poseían dinero para comer. Las casas o
lotes se encontraban divididos por cercas las cuales eran respetadas por todos
los vecinos y nunca se presentaron problemas porque estas fueran corridas hacia
alguna dirección. De la misma manera, menciona que los zuros o palomas eran las
mascotas de todos los vecinos pues en casa que se respetara había entre dos o
más de estos animales los cuales en ocasiones salvaban el hambre de sus dueños.
En
cuanto al material que observamos detrás de la familia, menciona que las
familias llevaban de a “poquitos” ladrillos e implementos para la construcción
de sus casas pues pasaban bastantes necesidades por el frio y la falta de
privacidad que había entre ellas. Así que estos serian empleados para el
mejoramiento de la vivienda que se encuentra a su lado. Por último menciona que la montaña que
habíamos mencionado antes sin haber reconocido se trata nada más ni nada menos que del cerro
Fusacatan.
Igualmente
la Señora Blanca hace mención al hecho de que estas viviendas pertenecían a
familias de escasos recursos y provenientes de diversas regiones del país
quienes no contaban con una vivienda propia.
Los
lotes fueron comprados por módicas cuotas que cada uno de los beneficiados
pagaba y con el apoyo de la Central Nacional Provivienda (CENAPROV)
Fuente: Familia
Sarmiento Riveros Barrio Popular Obrero
Fusagasugá, Diciembre de 1986.
Observando
esta foto, podríamos decir que fue tomada en un barrio humilde, debido a que
algunas de sus construcciones parecen no estar totalmente terminadas, son de un
solo nivel, están construidas en ladrillo y
su diseño es prácticamente igual. Es curiosa la forma que posee su calle
pues tiene aspecto de zigzag ya que
sobresale una casa cada vez. La vía esta sin pavimentación; al parecer esta
toma se hizo en el marco de las fiestas de fin de año debido a la decoración
que se observa en la calle.
En
el centro de la foto se observan cuatro niños entre los ocho y dos años de edad
quienes podrían ser hermanos, familiares o amigos; al parecer fueron el centro
o razón de la fotografía teniendo en cuenta la forma en que se encuentran
ubicados y que todos están observando la cámara. Es un tanto difícil determinar la fecha
probable en que fue tomada la fotografía puesto que no conocemos a las personas
que aparecen en ella y no es muy visible la ropa que traen puesta lo cual nos
ayudaría a pensar en una época aproximada.
Nuevamente
acercándonos a la Señora Blanca Sarmiento; encontramos que esta fotografía fue
tomada en el marco de las festividades decembrinas en el año de 1986. Y quienes
se encuentran en la foto son las tres hijas de su hermano mayor Guillermo y
Diego hijo de su Hermana Franquelina quien tiene una discapacidad cognitiva
prácticamente desde su nacimiento y fue violada en como dice ella ·el ranchito”
que tenían antes como hogar mientras sus padres y demás hermanos se encontraban
trabajando.
La
calle que observamos pertenece al barrio Popular Obrero y las casas han sido
construidas con ladrillo pero tan solo en su fachada pues de puertas para
adentro continúan siendo el lote del principio. Ella recuerda con gran orgullo
como las familias organizaban bazares, rifas y demás actividades con el fin de
mejorar sus condiciones de vivienda ya que no recibían ningún tipo de apoyo por
parte de las autoridades municipales.
Igualmente
hace referencia al trazado de la calle diciendo que hace parte de una donación
realizada por unos estudiantes de arquitectura pertenecientes a la universidad
central, quienes decidieron realizar este diseño como parte de su trabajo de
grado. Cuanta que los lotes poseen las mismas medidas y que la calle aun sin
pavimentar fue adecuada por los mismos vecinos del barrio con el fin de algún
día conseguir los recursos necesarios para la pavimentación de la misma.
Fuente: Familia
Sarmiento Riveros Barrio Policarpa, Bogotá,
1972.
Es
evidente el contexto en el que fueron fotografiados estas personas, se trataba
del paro del ocho de marzo de un año
aún desconocido para nosotros, como lo permite deducir el letrero que se
encuentra sobre la bandera de la central nacional Provivienda (CENAPROV); este
hecho nos brinda una posibilidad de búsqueda investigativa, si quisiéramos
determinar a qué se dedicaban los sujetos que aparecen en la foto, tendríamos
que hallar la fecha exacta en la que se presento dicha coyuntura pues teniendo en cuenta las experiencias
históricas de nuestro país, este tipo de movilizaciones u organizaciones se
presentan de manera sectorizada, es decir, los paros incluso de índole nacional, son impulsados por una
oportunidad política que afecta directamente a un sector de la sociedad (salud,
maestros, campesinos, estudiantes, indígenas, etc) lo que nos permitiría
determinar la razón por la que estos personajes se encontraban en esta reunión.
De
otra forma, podríamos analizar el sitio en el que se organizó dicha reunión,
que por cierto tiene una leve característica de reunión política o sindical, e
incluso institucional por aquel detalle de la bandera y por el aspecto que
tiene el mantel que cubre la mesa que se encuentra al fondo de la imagen; un
aspecto más que nos permitiría empezar a caracterizar a los personajes
fotografiados, que por la posición en la que se encuentran ubicados parecería
que estuvieran siendo homenajeados, o recibiendo algún reconocimiento,
suposición que es reafirmada por aquella tarima improvisada y a la vez
precaria, sobre la que se posaron; de ser tal suposición cierta, esperaríamos
que los sujetos lucieran sus mejores prendas de vestir y por el aspecto de sus
zapatos podríamos deducir dos afirmaciones; la primera que se trate de
personas, con escasos recursos económicos, motivo por el cual estos zapatos
fueron comprados con bastante tiempo de anterioridad y presentan demasiado uso,
y la segunda que el sitio en el que fue organizada la reunión se encontraba en
una zona rural, al campo abierto o en una zona en la que las vías de acceso se
encontraran sin pavimento, razón que nos permite pensar que dichos zapatos no
presentan mucho uso, sino que el barro del suelo estuvo adherido a estos.
Si
continuamos detallando el sitio, podemos encontrar que no presenta acabados
lujosos propios de la época, el piso al parecer en madera no muestra el brillo
característico de las pisos de algunas casas familiares de aquellos años; la
paredes en su parte inferior parecieran estar sucias o carentes de pintura, la
silla que seguramente pertenece al lugar es demasiado artesanal y poco cómoda,
lo que nos hace pensar que el sitio no es frecuentado por personas exclusivas o
de alta posición económica. Es importante resaltar que existe un esfuerzo por
adornar el sitio, como podemos ver en
una de las paredes fue colgado un cuadro con una pintura que no puede
identificarse con mucha facilidad.
También
es importante mencionar algunos silencios
de la imagen, estos tan importantes
que muchas veces dejamos sin analizar, primero podríamos detenernos en los
gestos que presentan los rostros de estos tres hombres que se encuentran en
edades de entre los 50 y 75 años, no se notan muy sonrientes pero tampoco
preocupados, lo que nos pondría a dudar sobre el por qué de la toma; pues de tratarse de alguna
victoria, celebración o lo contrario sus rostros deberían reflejarlo, otro
aspecto clave es el contacto que no se presenta entre estos hombres, puesto que
de tratarse de amigos, familiares o compañeros de trabajo el contacto entre
estos sería diferente.
Sin
responsabilizar la modalidad de la fotografía y la imposibilidad de tener los
detalles del color y el contraste encontramos que dos de ellos lleva sobre el
lado izquierdo de su pecho un prendedor o broche que no puede ser identificado
fácilmente, es decir, la imagen no nos permite identificar de que se tratan
tales prendedores, de ser posible, encontraríamos una pista más para
caracterizar o diferenciar la participación de estas dos personas.
No podemos dejar de mencionar otro silencio o
vacio que nos expone la imagen; además de los tres protagonistas de la
fotografía puede notarse la presencia de otras dos personas y ninguna de estas:
mujer, de aquí surge otro interrogante, podríamos preguntarnos qué tipo de asunto
se estaba tratando allí como para que la presencia de una mujer no sea captada
por el lente.
Una
vez hecho el ejercicio realizado con la fotografías anteriores queremos tener
en cuenta el testimonio de la señora Blanca Sarmiento quien nos proporcionó las
fotografías, ella tiene un recuerdo muy leve de la fotografía, aunque se atreve
a afirmar que fue tomada en 1972; no tiene muy presente quienes son los dos
hombres de los extremos, pues el señor del medio es don Nicanor Sarmiento, (su
padre) recuerda que el día que fue tomada la fotografía su padre se encontraba
en el salón comunal del barrio Policarpa de Bogotá, otro barrio impulsado desde
su conformación por CENAPRO, y allí se estaba conformando la junta directiva
nacional de Provivienda, estas personas eran representantes de las juntas
directivas de otros barrios (como se le llamaba a lo que hoy conocemos junta de
acción comunal) recuerda la señora Blanca que hacer parte de esta junta era muy
importante, ya que todas las decisiones que tomaban los habitantes de los
barrios en cuanto a mejoras de las viviendas, organización de eventos para
recaudar fondos, mejoras de las calles, fiestas y demás, debían ser aprobadas
primero por la junta.
Ante
la pregunta por la participación de las mujeres la señora Blanca nos comenta
que estos señores en la mayoría de ocasiones contaban con el apoyo y aprobación
por parte de sus señoras esposas, pero menciona también que los eventos u
organizaciones a los que frecuentaban la participación del género femenino,
predominaba en aquellas en las que se necesitara preparar alimentos, refrescar
las jornadas de trabajo comunitario en el barrio y el cuidado de los niños;
también hizo referencia de un movimiento al que pertenecía Yira Castro,
liderado por y para mujeres, en el que se organizaban jornadas de
alfabetización y capacitación para aprender a hacer manualidades que
posteriormente serían vendidas.
Fuente: Familia Sarmiento Riveros Barrio Popular Obrero Bogotá.
¿Tomaría
por sorpresa o por disgusto el inesperado fotógrafo? El gesto de esta mujer no
resulta muy preciso tal vez quería sonreír o evitar que la toma se realizara
por las fachas o la situación en la que se encontraba. El día soleado lograba
reflejar su brillo sobre las tejas de zinc y el letrero que resalta las palabras
“CARPINTRIA EBANISTERIA NISAR” nos permite analizar que al fondo de la foto se
encuentra un taller de carpintería teniendo como limitantes unos palos que
sostiene la malla de alambre que hace las veces fachada, lo que no resulta muy
claro es la ubicación del lavadero si se tratara de una herramienta imprescindible
para la carpintería (una nueva búsqueda de análisis surge aquí, pues no se
observa muy frecuente en los talleres de carpintería un lavadero ya que los
materiales no necesitan ser lavados)debería estar más cerca del taller, a no
ser que allí no solo funcionara el taller, sino que tal vez el propietario de
éste y su familia habitaran allí.
Por
su parte no pareciera que la mujer se dedique a lavar alguna pieza de
carpintería lo que nos permite orientarnos por la posibilidad mencionada en el
párrafo anterior, y la ropa que usa no es la más adecuada para trabajar el arte
de moldear y tallar maadera, de esto podemos plantear algunas hipótesis, como
que la mujer no sea propietaria ni trabaje en el taller, que ese fuera justo el
día de descanso, que el taller para ese entonces ya no funcionara allí y por
descuido olvidaron remover el letrero o que tal vez el lavadero no haga parte
del lote en el que se encuentra éste y tal vez sea un reflejo óptica impuesto
por la perspectiva desde donde fue tomada la fotografía.
Lo
único que nos queda muy claro es que las condiciones de seguridad que le brinda
la malla al taller no son las más óptimas; que el piso aun esta sin concreto;
que son pocas las herramientas que aseguran el funcionamiento de una
carpintería en este lugar; que quienes habitan allí perdieron cuidado por podar
el césped que esta a los alrededores y que ante la carencia de recursos
económicos para los materiales de construcción, todo se vale.
Aunque
la fotografía nunca despejó nuestra duda si allí existía únicamente una
carpintería o un lugar habitado por una familia, la señora Blanca Sarmiento,
nos contó que ese era el “rancho” como ella misma lo denominó, en el que con su
familia habitaba y que en una de los
cuarto de la parte del frente funcionaba
el taller de carpintería de su padre Nicanor Sarmiento, de donde deducimos el
nombre del taller NI-SAR lo que inicialmente funcionaba bajo una “enramada” de
plásticos, alambre y mallas.
Aunque
no pareciera el espacio era suficiente para vivienda y negocio, puesto que los
lotes como Blanca Sarmiento nos dice, miden 7mts de frente por 14 mts de fondo,
limites que estaban señalados por estacas o linderos hechos con palos, los
cuales nunca fueron irrespetados por ninguno de los propietarios de los lotes
vecinos que poco a poco fueron construyendo sus casas, como anteriormente nos
lo había mencionado.
Haciendo
un análisis a la herramienta que hemos elegido para el presente trabajo, podemos
determinar que haciendo nuestro trabajo de forma juiciosa y detallada, podemos
encontrar en nuestras fuentes, datos valiosos que jamás pensamos encontrar en
un recurso como las fotografías familiares.
Lo
más enriquecedor del trabajo fue encontrar que siempre existe un hilo
conductor; que los recuerdos de la familia se comparten aun cuando no hayan
sido vividos por todos los miembros; que la labor de don Nicanor es un asunto
que enorgullece a su familia y que cada paso que se dé en el barrio va a ser un
motivo para que cualquiera de los Sarmiento Riberos y demás descendentes,
puedan comprender lo que significa la
lucha y la resistencia por un techo propio.
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