domingo, 29 de julio de 2012

BIOGRAFÍAS DE LIDERES



MARIO UPEGUI HURTADO (1938- 2012)


Tomado de: Álbum familia Sarmiento.

Este incansable luchador popular,  hijo de campesinos humildes y trabajadores,  nació el 19 de julio de 1938 en Montenegro (Quindío), se dice que  aprendió a escribir y a leer gracias a Camilo Torres, pero al parecer aprendió mucho  más que eso, ya que desde muy temprana edad acompañó al cura guerrillero haciendo las veces de guardaespaldas, emprendió allí el camino hacia la revolución, aquella que tanto anhelo su mentor, para posteriormente dedicarse hasta los últimos días de su vida a la lucha por la justicia y las causas populares.

Siendo muy joven se vinculó al Partido Comunista Colombiano (P.C.C.), del que llegó a ser un gran líder, comprometido y presente en todos los procesos que éste emprendía a favor del pueblo, la democracia y la búsqueda de la paz.

La Universidad Cooperativa de Colombia le otorgó a finales del año 2008 un reconocimiento "Honoris Causa de la Facultad de Sociología" como mérito a su trabajo y lucha social por el bien de las clases necesitadas y por supuesto por haber aportado grandes esfuerzos a la solución de problemas de dichas clases afrontaban.

Fue durante 20 años concejal de Bogotá, periodo en el que demostró total honestidad, perteneció al comité ejecutivo del P.C.C., durante tres décadas por lo que sufrió amenazas, persecuciones y hasta la cárcel. Igualmente fue presidente y sobreviviente de la Unión Patriótica allí presenció los viles asesinatos en contra de sus compañeros por lo que dedicó gran esfuerzo para esclarecer los hechos, en contra de la impunidad y a favor de la reparación histórica de familiares y víctimas de tal genocidio. 

Mario Upegui ejerció un papel determinante en la lucha por la vivienda en Colombia. Hacia 1961, junto a otros dirigentes sociales y populares fundaron la Central Nacional Provivienda (Cenaprov) y en común apoyo con el P.C.C, contribuyeron a la construcción de aproximadamente 200 barrios a nivel nacional, luchando contra los políticos y las autoridades que estigmatizaban este tipo de acciones, de igual forma lucharon en contra de muchos urbanizadores piratas que buscaban aprovecharse de la necesidad de vivienda de algunos pobladores.

Una de las más importantes luchas por la vivienda  lideradas por Mario Upegui  tiene que ver con la construcción del  barrio  Policarpa Salavarrieta al sur de la ciudad de Bogotá, a tan solo unas cuadras de la casa presidencial, en donde expuso su vida por apoyar a la comunidad durante aquellos repetidos intentos de la fuerza pública por desalojar lo que empezó como una invasión en pro del derecho a la vivienda.

De igual forma hizo importantes contribuciones el barrio Popular Obrero en Fusagasugá, pues desde la presidencia de CENAPROV acogió, asesoró y acompañó el proceso de organización del mismo.

Sin lugar a dudas Mario Upegui Hurtado fue un hombre de firme compromiso y entrega total, no mostró vacilación alguna en sus decisiones ni en sus acciones, trabajó siempre por los intereses del pueblo y aunque sus cargos y reconocimientos no fueron su mayor motivo de orgullo si lo fue haber  apoyado  tantos procesos y haber obtenido la positiva respuesta y acogida de las personas con las que trabajó desde aquellos cargos.

Un gran ejemplo de lucha y transformación social fue lo que dejo Upegui en la historia de un país, en el que muchos opinan pero pocos actúan.


                                    NICANOR SARMIENTO RIVEROS (1924-1999)


Tomado de: Álbum familia Sarmiento.

El 11 de enero de 1924 el municipio de Pasca (Cundinamarca) vio nacer, a quien sería uno de los más queridos y admirados luchadores populares de Fusagasugá: Nicanor Sarmiento. Proveniente de un hogar de humildes campesinos, desde muy joven fue un hombre de trascendentes decisiones, a muy temprana edad se marchó de su casa en busca de oportunidades laborales con la compañía de uno de sus hermanos.

Debido a las necesidades y la escasez de recursos su formación académica llegó hasta el grado segundo de primaria, esta formación se fue enriqueciendo al recorrer la región del Sumapaz y no precisamente en un aula; fue la vida misma, quien se encargó de forjar en este personaje valores, coraje y sensatez.

Aprendió el oficio de acerrar madera, del cual obtuvo el sustento la mayor parte de su vida, sin lugar a dudas llegó a ser uno de los más destacados ebanistas y carpinteros de Fusagasugá, en donde se estableció y conformó su familia luego de recorrer municipios vecinos.

La época de la violencia de mediados del siglo pasado, los corrillos políticos de los partidos hegemónicos y las atroces injusticias padecidas por sus compatriotas, moldearon su ideología, su forma de percibir la sociedad y en su afán por defender los intereses y la reivindicación de los derechos de los trabajadores, campesinos y por supuesto, destechados, se unió a la lucha del Partido Comunista a finales del año de 1966, en el que llegó a ser uno de los militantes más fieles y activos. Fue sin duda un comunista, integro, completo, que ningún día de su vida le falló al partido.

La experiencia de lucha en algunos lugares del país, emprendida por los destechados, influenció fuertemente a Nicanor, su pasión y obsesión era la lucha por la vivienda, razón por la cual, inició de la mano con otros líderes populares pertenecientes al Partido Comunista y bajo la asesoría de CENAPROV un proyecto de vivienda en Fusagasugá, del que resultó la construcción del barrio Popular Obrero, aquel sueño de un techo propio se hizo realidad para 207 familias, incluyendo la suya.

La lucha no frenó allí, la consecución de los servicios públicos, el mejoramiento de las viviendas y la consolidación del barrio, impulsó a este luchador viviendista a otros espacios de participación, llegando así con el apoyo del Partido Comunista al concejo municipal durante dos periodos desde 1972 a 1978. Su participación allí dejó muy en alto el nombre del barrio y de sus habitantes, al destacarse por su gran compromiso, responsabilidad, honradez  y solidaridad con la comunidad.

Su lucha incansable conjugada con el dinamismo que lo caracterizó, le permitieron ser uno de los gestores de obras importantísimas para el barrio, como lo fueron la construcción de la casa cultural, la escuela Yira Castro y el puesto de salud.

Como reconocimiento a su entrega y dedicación las directivas de CENAPROV, le dieron un cargo como funcionario remunerado y una vez retirado del oficio de la carpintería debido a inconvenientes de salud, se dedicó de lleno a la lucha y al trabajo comunitario, desempeñándose como presidente del Centro Provivienda Numero Uno de Fusagasugá en donde por supuesto reafirmó los valores que siempre lo caracterizaron; demostró a su vez ser muy organizado, siempre tomaba nota o registro fotográfico de los avances o acontecimientos importantes para el progreso del barrio.   

Sus compañeros, amigos y familiares hoy lo recuerdan como aquel apasionado por su causa, que nunca le falló a sus compromisos, que a pesar de sus escasos recursos, jamás sacó ganancia a la organización; como aquel hombre que con su voz de autoridad y liderazgo les dejó más que consejos, les dejó una lección de vida,  de lucha y sobre todo le dejó a toda una generación el inicio de un camino que se recorre tras la realización de los sueños.  




MARIA HELENA REINA MONTILLA (1948-1998)

                                   
Nacida un 2 de Mayo de 1948 en el Municipio de Viotá Cundinamarca; Hija de Aminta Montilla y Adán Reina, humildes campesinos del sector. Realizó estudios hasta segundo de bachillerato en el colegio de la inspección de Liberia, perteneciente a Viotá. Desde muy niña, se caracterizó por ser líder, organizando diferentes grupos para la realización de actividades culturales y ecológicas. A los 13 años de edad se vincula a las juventudes comunistas y posteriormente a la UMD (Unión de Mujeres Demócratas).

A los 22 años contrae matrimonio y se traslada a la ciudad de Bogotá donde vive por tres años con su esposo y sus tres hijas. Posteriormente llegan a Fusagasugá y luego de 14 años de matrimonio se separa; por esta razón se ve en la obligación de dedicarse a la costura como medio de sustento y empieza a integrarse al partido Comunista, el cual le brinda apoyo contratándola como Secretaria de la Central Nacional Pro- vivienda sede Fusagasugá. Igualmente su padre le obsequia una vivienda ubicada en el barrio Los Comuneros para que viva allí junto con sus hijas. 

Con su llegada al barrio y su presencia en la Central, se empieza a interesar mucho más en la lucha por los derechos de las clases populares y por los destechados, reintegrándose a la lucha con y por las mujeres Fusagasugueñas; igualmente se involucra en la legalización de los barrios Comuneros, Jaime Pardo Leal, Pablo Bello y las Américas, la consecución de servicios públicos y  la defensa de los hogares comunitarios. 

Gracias a su participación en la UMD es enviada por cuatro meses a La Habana (Cuba), con el fin de recibir una capacitación en cuanto a la lucha de las mujeres, con el firme compromiso de revertir dichas experiencias en las mujeres Fusagasugeñas. Fue concejal suplente en dos ocasiones y en el año de 1988 libra una fuerte batalla en apoyo a los hogares y madres comunitarias en búsqueda de reivindicaciones como seguridad social y el pago del salario mínimo. Al ser la única mujer que integraba para ese entonces el comité ejecutivo de Pro-vivienda, luchó contra el machismo exigiendo el reconocimiento de la labor femenina en todos los niveles de la sociedad.

Desde el comité femenino de Pro-vivienda realizo diversas tareas entre las que se destacan la creación de una tienda y panadería comunitaria organizada por las mujeres del comité, la creación de un comedor popular en el barrio Los Comuneros el cual funcionó hasta hace pocos años brindando alimentación a personas de la tercera edad pertenecientes al sector. La pertenencia al nombrado comité, le permitió ser representante del mismo en el técnico de la Mesa Municipal de la Red de Solidaridad Social para el programa de apoyo a mujeres jefas de hogar con hijos en edad escolar  y en el comité Promujer de Fusagasugá desde donde llega a ser edil de la comuna sur oriental.

El 20 de Septiembre de 1998 cuando tenía 50 años de edad, la luz de esta luchadora mujer se apagó producto de una penosa enfermedad que le hizo perder su batalla por la vida.  El legado que dejó se refleja en la admiración y reconocimiento de todos aquellos que vivieron de cerca su obra, quienes la recuerdan con cariño y reconocen el importante papel que ejerció por la defensa de las mujeres. 

Actualmente la Casa Cultural del Barrio Los Comuneros lleva el nombre de esta luchadora como reconocimiento a su labor dentro del barrio y con el fin de que su nombre nunca sea olvidado. 




PAPEL DE LA MUJER EN LA LUCHA POR LA VIVIENDA POPULAR*

Por: Mario sarmiento 



Muchas, valerosas, destacadas y luchadoras, son las mujeres que contribuyeron a consolidar lo que hoy es el Barrio Popular Obrero en Fusagasugá. Unas, llegaron al barrio con su esposo e hijos, otras, solamente con sus hijos pues las condiciones de violencia de las zonas de donde provenían, las habían despojado de sus seres queridos; otras, llegaron, se separaron, lucharon, se quedaron…

Mencionarlas a todas, conllevaría un trabajo que superaría las páginas de cualquier texto, pues alrededor de cada una de ellas, se tejieron verdaderas historias, se sucedieron hechos anecdóticos que, dejar de lado un detalle, haría perder el contexto de la realidad en que se sucedieron.

Las hubo de todas: aquellas que estaban pendientes del tinto a la hora de las reuniones de Directiva o de asamblea del Barrio, las que ayudaban en la organización y desarrollo de los bazares, aquellas que, a la par con los hombres, rompieron la tierra para la construcción de las obras vitales de la comunidad, otras que instalaban la venta de Bavaria, Rubia o costeña -las cervezas de la época- para mermar la sed de los compañeros –palabra que indicaba la amistad y la fraternidad reinante en ésta comunidad.

* Como aporte a nuestra investigación, Mario sarmiento, decide escribir estas líneas en reconocimiento a la labor y lucha  de las mujeres de Pro-vivenda, en especial Lucila Vega.
Unas, nos acompañaron en el duro trasegar de construir comunidad; otras, por cuestiones familiares, laborales, oportunidades de negocio o por enfermedad se marcharon del barrio; a otras, sencillamente, la muerte las sorprendió cuando empezaron e ver sus hijos disfrutando alegremente de lo que ayudaron a construir o marchar a otras ciudades en busca de educación superior u oportunidades de empleo. Otras, aun viven en el barrio y recuerdan con nostalgia aquellas épocas, recordando el adagio popular de que todo tiempo pasado fue mejor.

Tal es el caso –sin pretender desconocer el trabajo de otras valiosas mujeres- de LUCILA VEGA. Madre de 3 hijos en su primera relación, llega al barrio a ayudar a construir comunidad. Ya con dos hijos en su nueva relación, se vincula al proceso, destacándose por su ánimo de participación en los diferentes comités en que se trabajaba para bien de la comunidad: el comité de obras, femenino, de trabajo comunitario, etc. 

Muchos recordamos su puntualidad a la hora de llegar a las actividades programadas. Sin descuidar sus quehaceres domésticos ni el cuidado de sus hijos, Lucila acude con puntualidad al llamado de las actividades a desarrollar en el barrio, está pendiente del diario vivir de la comunidad, recuerda a los Directivos que una vecina está enferma y requiere de la solidaridad proponiendo una recolecta para ayudarla; igualmente, le jala las orejas a los compañeros Anatolio y Olimpo, por estar recochando en plena reunión, a tiempo que está pendiente que los hijos del compañero, están en la calle y es peligroso a tan altas horas de la noche. Es sorprendente, sentir como Lucila está en todo pendiente, siempre dispuesta a colaborar y siempre, en la mejor disposición de contribuir para que el barrio Popular Obrero, sea lo que es hoy.
Cosas del destino, la llevan a su segunda separación y a quedar sin techo junto con sus pequeños hijos. Sin lotes a disposición, la Central Nacional Provivienda, aprovecha el proceso de legalización del barrio ante la Alcaldía Municipal y en una esquinita, se reduce el tamaño de una zona verde y se incorpora el Lote 207 del Barrio, siendo adjudicado, previo un módico pago y en reconocimiento a su lucha, sitio actual de su residencia.

Tal ha sido su valioso aporte, que ni siquiera en la actualidad descansa en su preocupación por mejorar las condiciones de vida de la comunidad que ayudó a formar y a la que pertenece: luego de ser directiva de CENAPROV, tanto en el Barrio como a nivel Seccional y de participar en varias Asambleas Nacionales de la organización, se vincula también a la Junta de Acción Comunal; posteriormente es elegida Edil de la Comuna Sur Oriental de Fusagasugá, apoyando sendos candidatos a Concejo y Alcaldía Municipal, a quienes de vez en cuando, regañaba por prometer y no cumplir recordando los compromisos hechos ante su comunidad.

En la actualidad, Lucila se vincula a diferentes programas que iniciara PROVIVIENDA y luego continuaran algunas alcaldías en Fusagasugá, particularmente en la atención a población de la tercera edad, viendo con tristeza como, por decisiones políticas, tales programas de borran de tajo, dejando aun más desprotegidos a nuestros ancianos. Sin embargo, su experiencia le permite concluir que, desde sus comienzos, ha sido más el esfuerzo mancomunado de la comunidad que la presencia y el apoyo estatal en la solución de los problemas, lo que la motiva, a seguir adelante en su lucha, digno ejemplo de firmeza, dedicación y constancia por una comunidad, sin dejar de lado, como en sus mejores tiempos, su reclamo pendiente por no haber ido a visitarle en aquella Navidad……. 


GALERÍA DE IMÁGENES

Acontinuación se observan una serie de fotos tanto de los diferentes momentos del barrio como de sus lideres:      






























FUENTES Y MATERIAL DE ANÁLISIS



                 APUNTES PERSONALES NICANOR SARMIENTO


Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento.


                                     Recibos de pago, lotes Barrio Popular Obrero.



                                                Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento.

              Datos históricos sobre la enseñanza primaria en el barrio Popular Obrero.


Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento

 Breve reseña histórica del Barrio Popular Obrero.


                                          Discurso de inauguración escuela Yira Castro.


                                               Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento.

                                           Carta al gerente empresas públicas.



                                                                         Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento

 Carta del Alcalde Teodoro Aya anunciando el servicio de Luz. 


                                                                Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento.

                                             Solicitud para el servicio de energía eléctrica.


                                                                         Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento.

                          Discurso de inauguración escuela Yira Castro página 4.



                                                           Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento.

                         Carta al Gobernador solicitando auxilio para la escuela.


                                          Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento.

                                          Carta enviada a Manuel Cepeda Vargas página 2.


                                                                Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento.

ANALISIS FOTOGRAFICO DEL BARRIO POPULAR OBRERO.





Las fotografías para la gran mayoría de personas son muy llamativas, puesto que estas contribuyen a enterarnos de situaciones, conocer lugares, recordar fechas, eventos, personas y observar transformaciónes de sitios o personas a traves del tiempo y conocer aquel pasado en el que quiza no estuvimos presentes.

Uno de los beneficios más grandes que podemos encontrar en las fotografías es el aprender cosas del pasado. Pero para ello no basta con dar un simple vistazo a ellas pues de esta manera no podriamos reconocer gran cosa, por ello es necesario observarlas con atención y de manera minuciosa, fijarse en los objetos o personas que están en el fondo, tener en cuenta los detalles, comparar lo que observamos con lo que sucede en la actualidad, imaginar qué hacían las personas de la imagen antes y después del instante en el que fueron fotografiadas. Y jamás hay que olvidar que, detrás de la imagen, hubo alguien que decidió captar esa escena de un determinado modo.

Por ello nos hemos decidido a realizar como parte del ejercicio hermenéutico,  un análisis de algunas fotografías que han llegado a nuestras manos como producto de nuestra investigación encaminada a la construcción del trabajo de grado denominado ¡Por un techo propio! Luchas y resistencias de los sectores populares en Fusagasugá durante los años 70 y 80. Con el cual pretendemos reconocer los procesos que se llevaron a cabo para la construcción del barrio popular obrero y quienes fueron sus protagonistas.

Es necesario reconocer  y señalar que las principales fuentes de información para llevar a cabo nuestra investigación se encuentran presentes allí en el barrio mismo y en todas las familias que durante generaciónes lo han habitado y conocen de cerca todos aquellos momentos y transformaciónes que allí se han gestado; las fotografías son por supuesto una evidencia y herramienta bastante importante para la recolección de datos que estamos llevando a cabo, puesto que dan cuenta de las transformaciónes del espacio a traves del tiempo, además de contribuir de manera extraordinaria a que sus protaonistas recuerden esos sucesos claves de manera detallada lo que permite  enrriqueser fuertemente nuestro trabajo.   



Fuente: Familia Sarmiento Riveros  Barrio Popular Obrero Fusagasugá, Enero 1  de 1975.

Si observamos esta foto sin tener en cuenta los detalles nombrados anteriormente. Podemos decir que se trata de una humilde y numerosa familia integrada por padre, madre y seis o siete hijos, pues no es muy claro si la persona que aparece del lado derecho pertenece o no al núcleo familiar; esta fotografía debe haber sido tomada hace aproximadamente treinta años por encontrarse en blanco y negro además de la ropa que utilizan quienes aparecen en ella.
 Por el terreno que se observa se puede suponer que era una zona rural, aunque queda algo de duda debido a una serie de cercas que se pueden ver y parte de una construcción al parecer de otra vivienda aledaña. Por los materiales que se encuentran tras de ellos podríamos decir que se trata de una obra en construcción y tal vez las tejas que forman esa construcción es un cuarto en donde almacenan materiales. De la misma manera se puede observar parte de una montaña la cual teniendo un poco más de detenimiento podría darnos algunas referencias del lugar en donde fue tomada esta fotografía.
A continuación y teniendo en cuenta que esta fotografía hace parte de un álbum familiar, consideramos pertinente para el ejercicio tener en cuenta la opinión de los miembros de la familia con respecto a la misma.
Para esto nos dirigimos a la señora Blanca Sarmiento, hija de esta familia quien se encuentra a la derecha del padre en la fotografía y quien contaba con trece años de edad en el momento en que se realiza la toma de la misma. Ella inicia por contarnos que dicha foto pertenece al primero de Enero de 1975 y fue tomada en el barrio Popular Obrero frente a la casa de uno de sus vecinos. Posteriormente nombra a cada uno de los personajes que aparecen en ella de izquierda a derecha: Serafina (hermana), Guillermo (hermano), Mario (hermano), Luis (hermano), Leonor (madre), Franquelina (hermana), Nicanor (padre) y Blanca ella misma. Igualmente nos cuenta que esta foto le recuerda como en su barrio se celebraba la navidad y el año nuevo, reuniéndose todos los vecinos en casa de uno de ellos para preparar un sancocho o algún alimento que pudiera ser compartido entre todos. Posteriormente nos indica como lo que antes creíamos era un lugar de almacenamiento de materiales es la casa de uno de sus vecinos; la cual estaba construida con teja de zinc, una especie de cartulina pintada de neme conocida como paroy y una enramada reforzada con puntillas y tapas de cerveza. Reconoce que la mayoría de las casa y hasta la suya, poseían las mismas características.
La casa que observamos en la parte derecha de la fotografía pertenece a otro de sus vecinos y esta se encontraba construida con bahareque es decir, una mezcla de estiércol y barro. Además que cada casa poseía una huerta de la cual extraían algunos alimentos de uso diario ya que se encontraban bastante alejados del centro y muchas veces no poseían dinero para comer. Las casas o lotes se encontraban divididos por cercas las cuales eran respetadas por todos los vecinos y nunca se presentaron problemas porque estas fueran corridas hacia alguna dirección. De la misma manera, menciona que los zuros o palomas eran las mascotas de todos los vecinos pues en casa que se respetara había entre dos o más de estos animales los cuales en ocasiones salvaban el hambre de sus dueños.
En cuanto al material que observamos detrás de la familia, menciona que las familias llevaban de a “poquitos” ladrillos e implementos para la construcción de sus casas pues pasaban bastantes necesidades por el frio y la falta de privacidad que había entre ellas. Así que estos serian empleados para el mejoramiento de la vivienda que se encuentra a su lado.  Por último menciona que la montaña que habíamos mencionado antes sin haber reconocido  se trata nada más ni nada menos que del cerro Fusacatan.
Igualmente la Señora Blanca hace mención al hecho de que estas viviendas pertenecían a familias de escasos recursos y provenientes de diversas regiones del país quienes no contaban con una vivienda propia.
Los lotes fueron comprados por módicas cuotas que cada uno de los beneficiados pagaba y con el apoyo de la Central Nacional Provivienda (CENAPROV)


Fuente: Familia Sarmiento Riveros  Barrio Popular Obrero Fusagasugá, Diciembre  de 1986.

Observando esta foto, podríamos decir que fue tomada en un barrio humilde, debido a que algunas de sus construcciones parecen no estar totalmente terminadas, son de un solo nivel, están construidas en ladrillo y  su diseño es prácticamente igual. Es curiosa la forma que posee su calle pues tiene aspecto de zigzag  ya que sobresale una casa cada vez. La vía esta sin pavimentación; al parecer esta toma se hizo en el marco de las fiestas de fin de año debido a la decoración que se observa en la calle. 
En el centro de la foto se observan cuatro niños entre los ocho y dos años de edad quienes podrían ser hermanos, familiares o amigos; al parecer fueron el centro o razón de la fotografía teniendo en cuenta la forma en que se encuentran ubicados y que todos están observando la cámara.  Es un tanto difícil determinar la fecha probable en que fue tomada la fotografía puesto que no conocemos a las personas que aparecen en ella y no es muy visible la ropa que traen puesta lo cual nos ayudaría a pensar en una época aproximada.
Nuevamente acercándonos a la Señora Blanca Sarmiento; encontramos que esta fotografía fue tomada en el marco de las festividades decembrinas en el año de 1986. Y quienes se encuentran en la foto son las tres hijas de su hermano mayor Guillermo y Diego hijo de su Hermana Franquelina quien tiene una discapacidad cognitiva prácticamente desde su nacimiento y fue violada en como dice ella ·el ranchito” que tenían antes como hogar mientras sus padres y demás hermanos se encontraban trabajando.
La calle que observamos pertenece al barrio Popular Obrero y las casas han sido construidas con ladrillo pero tan solo en su fachada pues de puertas para adentro continúan siendo el lote del principio. Ella recuerda con gran orgullo como las familias organizaban bazares, rifas y demás actividades con el fin de mejorar sus condiciones de vivienda ya que no recibían ningún tipo de apoyo por parte de las autoridades municipales.
Igualmente hace referencia al trazado de la calle diciendo que hace parte de una donación realizada por unos estudiantes de arquitectura pertenecientes a la universidad central, quienes decidieron realizar este diseño como parte de su trabajo de grado. Cuanta que los lotes poseen las mismas medidas y que la calle aun sin pavimentar fue adecuada por los mismos vecinos del barrio con el fin de algún día conseguir los recursos necesarios para la pavimentación de la misma.  


Fuente: Familia Sarmiento Riveros  Barrio Policarpa, Bogotá, 1972.

Es evidente el contexto en el que fueron fotografiados estas personas, se trataba del paro del ocho de marzo de un año aún desconocido para nosotros, como lo permite deducir el letrero que se encuentra sobre la bandera de la central nacional Provivienda (CENAPROV); este hecho nos brinda una posibilidad de búsqueda investigativa, si quisiéramos determinar a qué se dedicaban los sujetos que aparecen en la foto, tendríamos que hallar la fecha exacta en la que se presento dicha coyuntura  pues teniendo en cuenta las experiencias históricas de nuestro país, este tipo de movilizaciones u organizaciones se presentan de manera sectorizada, es decir, los paros incluso de índole nacional, son impulsados por una oportunidad política que afecta directamente a un sector de la sociedad (salud, maestros, campesinos, estudiantes, indígenas, etc) lo que nos permitiría determinar la razón por la que estos personajes se encontraban en esta reunión.
De otra forma, podríamos analizar el sitio en el que se organizó dicha reunión, que por cierto tiene una leve característica de reunión política o sindical, e incluso institucional por aquel detalle de la bandera y por el aspecto que tiene el mantel que cubre la mesa que se encuentra al fondo de la imagen; un aspecto más que nos permitiría empezar a caracterizar a los personajes fotografiados, que por la posición en la que se encuentran ubicados parecería que estuvieran siendo homenajeados, o recibiendo algún reconocimiento, suposición que es reafirmada por aquella tarima improvisada y a la vez precaria, sobre la que se posaron; de ser tal suposición cierta, esperaríamos que los sujetos lucieran sus mejores prendas de vestir y por el aspecto de sus zapatos podríamos deducir dos afirmaciones; la primera que se trate de personas, con escasos recursos económicos, motivo por el cual estos zapatos fueron comprados con bastante tiempo de anterioridad y presentan demasiado uso, y la segunda que el sitio en el que fue organizada la reunión se encontraba en una zona rural, al campo abierto o en una zona en la que las vías de acceso se encontraran sin pavimento, razón que nos permite pensar que dichos zapatos no presentan mucho uso, sino que el barro del suelo estuvo adherido a estos.
Si continuamos detallando el sitio, podemos encontrar que no presenta acabados lujosos propios de la época, el piso al parecer en madera no muestra el brillo característico de las pisos de algunas casas familiares de aquellos años; la paredes en su parte inferior parecieran estar sucias o carentes de pintura, la silla que seguramente pertenece al lugar es demasiado artesanal y poco cómoda, lo que nos hace pensar que el sitio no es frecuentado por personas exclusivas o de alta posición económica. Es importante resaltar que existe un esfuerzo por adornar  el sitio, como podemos ver en una de las paredes fue colgado un cuadro con una pintura que no puede identificarse con mucha facilidad.
También es importante mencionar algunos silencios  de la imagen, estos tan importantes que muchas veces dejamos sin analizar, primero podríamos detenernos en los gestos que presentan los rostros de estos tres hombres que se encuentran en edades de entre los 50 y 75 años, no se notan muy sonrientes pero tampoco preocupados, lo que nos pondría a dudar sobre el  por qué  de la toma; pues de tratarse de alguna victoria, celebración o lo contrario sus rostros deberían reflejarlo, otro aspecto clave es el contacto que no se presenta entre estos hombres, puesto que de tratarse de amigos, familiares o compañeros de trabajo el contacto entre estos sería diferente.
Sin responsabilizar la modalidad de la fotografía y la imposibilidad de tener los detalles del color y el contraste encontramos que dos de ellos lleva sobre el lado izquierdo de su pecho un prendedor o broche que no puede ser identificado fácilmente, es decir, la imagen no nos permite identificar de que se tratan tales prendedores, de ser posible, encontraríamos una pista más para caracterizar o diferenciar la participación de estas dos personas.
 No podemos dejar de mencionar otro silencio o vacio que nos expone la imagen; además de los tres protagonistas de la fotografía puede notarse la presencia de otras dos personas y ninguna de estas: mujer, de aquí surge otro interrogante, podríamos preguntarnos qué tipo de asunto se estaba tratando allí como para que la presencia de una mujer no sea captada por el lente.   
Una vez hecho el ejercicio realizado con la fotografías anteriores queremos tener en cuenta el testimonio de la señora Blanca Sarmiento quien nos proporcionó las fotografías, ella tiene un recuerdo muy leve de la fotografía, aunque se atreve a afirmar que fue tomada en 1972; no tiene muy presente quienes son los dos hombres de los extremos, pues el señor del medio es don Nicanor Sarmiento, (su padre) recuerda que el día que fue tomada la fotografía su padre se encontraba en el salón comunal del barrio Policarpa de Bogotá, otro barrio impulsado desde su conformación por CENAPRO, y allí se estaba conformando la junta directiva nacional de Provivienda, estas personas eran representantes de las juntas directivas de otros barrios (como se le llamaba a lo que hoy conocemos junta de acción comunal) recuerda la señora Blanca que hacer parte de esta junta era muy importante, ya que todas las decisiones que tomaban los habitantes de los barrios en cuanto a mejoras de las viviendas, organización de eventos para recaudar fondos, mejoras de las calles, fiestas y demás, debían ser aprobadas primero por la junta.
Ante la pregunta por la participación de las mujeres la señora Blanca nos comenta que estos señores en la mayoría de ocasiones contaban con el apoyo y aprobación por parte de sus señoras esposas, pero menciona también que los eventos u organizaciones a los que frecuentaban la participación del género femenino, predominaba en aquellas en las que se necesitara preparar alimentos, refrescar las jornadas de trabajo comunitario en el barrio y el cuidado de los niños; también hizo referencia de un movimiento al que pertenecía Yira Castro, liderado por y para mujeres, en el que se organizaban jornadas de alfabetización y capacitación para aprender a hacer manualidades que posteriormente serían vendidas.



  Fuente: Familia Sarmiento Riveros  Barrio Popular Obrero Bogotá.

¿Tomaría por sorpresa o por disgusto el inesperado fotógrafo? El gesto de esta mujer no resulta muy preciso tal vez quería sonreír o evitar que la toma se realizara por las fachas o la situación en la que se encontraba. El día soleado lograba reflejar su brillo sobre las tejas de zinc y el letrero que resalta las palabras “CARPINTRIA EBANISTERIA NISAR” nos permite analizar que al fondo de la foto se encuentra un taller de carpintería teniendo como limitantes unos palos que sostiene la malla de alambre que hace las veces fachada, lo que no resulta muy claro es la ubicación del lavadero si se tratara de una herramienta imprescindible para la carpintería (una nueva búsqueda de análisis surge aquí, pues no se observa muy frecuente en los talleres de carpintería un lavadero ya que los materiales no necesitan ser lavados)debería estar más cerca del taller, a no ser que allí no solo funcionara el taller, sino que tal vez el propietario de éste y su familia habitaran allí.
Por su parte no pareciera que la mujer se dedique a lavar alguna pieza de carpintería lo que nos permite orientarnos por la posibilidad mencionada en el párrafo anterior, y la ropa que usa no es la más adecuada para trabajar el arte de moldear y tallar maadera, de esto podemos plantear algunas hipótesis, como que la mujer no sea propietaria ni trabaje en el taller, que ese fuera justo el día de descanso, que el taller para ese entonces ya no funcionara allí y por descuido olvidaron remover el letrero o que tal vez el lavadero no haga parte del lote en el que se encuentra éste y tal vez sea un reflejo óptica impuesto por la perspectiva desde donde fue tomada la fotografía. 
Lo único que nos queda muy claro es que las condiciones de seguridad que le brinda la malla al taller no son las más óptimas; que el piso aun esta sin concreto; que son pocas las herramientas que aseguran el funcionamiento de una carpintería en este lugar; que quienes habitan allí perdieron cuidado por podar el césped que esta a los alrededores y que ante la carencia de recursos económicos para los materiales de construcción, todo se vale.
Aunque la fotografía nunca despejó nuestra duda si allí existía únicamente una carpintería o un lugar habitado por una familia, la señora Blanca Sarmiento, nos contó que ese era el “rancho” como ella misma lo denominó, en el que con su familia  habitaba y que en una de los cuarto de la parte  del frente funcionaba el taller de carpintería de su padre Nicanor Sarmiento, de donde deducimos el nombre del taller NI-SAR lo que inicialmente funcionaba bajo una “enramada” de plásticos, alambre y mallas.
Aunque no pareciera el espacio era suficiente para vivienda y negocio, puesto que los lotes como Blanca Sarmiento nos dice, miden 7mts de frente por 14 mts de fondo, limites que estaban señalados por estacas o linderos hechos con palos, los cuales nunca fueron irrespetados por ninguno de los propietarios de los lotes vecinos que poco a poco fueron construyendo sus casas, como anteriormente nos lo había mencionado.

Haciendo un análisis a la herramienta que hemos elegido para el presente trabajo, podemos determinar que haciendo nuestro trabajo de forma juiciosa y detallada, podemos encontrar en nuestras fuentes, datos valiosos que jamás pensamos encontrar en un recurso como las fotografías familiares.

Lo más enriquecedor del trabajo fue encontrar que siempre existe un hilo conductor; que los recuerdos de la familia se comparten aun cuando no hayan sido vividos por todos los miembros; que la labor de don Nicanor es un asunto que enorgullece a su familia y que cada paso que se dé en el barrio va a ser un motivo para que cualquiera de los Sarmiento Riberos y demás descendentes, puedan comprender lo que significa la lucha y la resistencia por un techo propio.