miércoles, 8 de agosto de 2012

LA LUCHA POR LA VIVIENDA EN FUSAGASUGÁ




En medio de la guerra por la tierra y el poder muchas familias de diversos  municipios de la región Sumapaz y el Tequendama se vieron en la obligación de salir de sus viviendas buscando la seguridad que les había arrebatado tanta violencia. Según cuenta Elso Orjuela:

“Empezó la gente a buscar protección en algún lado, la gente a dejar sus finquitas, a dejar lo que tenía por allá en los municipios, en las veredas y protegerse en donde más cerca podía en donde encontraba algo más de seguridad. Uno de esos sitios fue Fusagasugá.”[1] 

Por lo tanto estas personas llegan a la ciudad sin más pertenencias que lo que traían puesto, con grandes necesidades de vivienda y empleo, pues eran muy pocos quienes contaban con familiares que pudiesen albergarlos y si lo hacían era por corto tiempo debido a las incomodidades que de ello se derivan. Pero  a pesar de esta situación Fusagasugá representaba para estos nuevos pobladores la oportunidad de volver a empezar, así como la ilusión de obtener un lugar tranquilo donde vivir con sus familias dejando atrás el dolor por la pérdida de sus viviendas.


¡Organización para el nuevo pueblo!

Teniendo en cuenta que la mayoría de los nuevos habitantes eran personas, provenientes de municipios rurales como Cabrera, Venecia, Pasca, San Bernardo, era de esperarse que su sustente deviniera de labores propias del campo; pero al llegar a Fusagasugá las carencias aumentaban a diario tanto así que los jefes de hogar se vieron en la obligación de empezar a trabajar en diferentes oficios como la construcción y la carpintería, pues el crecimiento de la ciudad así lo exigía.

Hacia los años cincuenta, se empieza a pensar en la necesidad de organización con el fin de apoyarse entre ellos mismos en búsqueda de la reivindicación de sus derechos, por medio de sindicatos de acuerdo a la actividad laboral que desempeñaran y las nuevas alternativas políticas, diferentes a los bandos liberales o conservadores como lo fue en ese momento el Partido Comunista. Puesto que “venia alguna gente con algún tipo de formación marxista, campesinos. De esos porque es que Sumapaz tiene una una virtud especial, Sumapaz tiene uno de los campesinados más cultos de América, sí, ya el campesinado de la provincia del Sumapaz para esa época tenía una enorme formación intelectual producto de sus propias luchas”[1]

 ¡Un techo propio!

Tratando de hallar el origen del proceso que trajo consigo la solución al problema de vivienda de muchas familias destechadas en Fusagasugá, encontramos la importante participación de CENAPROV, la cual se hizo presente en el municipio por medio de algunos contactos que venían enterándose de la problemática y debatiendo sobre el tema durante las asambleas sindicales que llevaban a cabo diferentes sectores de la población.

Según los apuntes personales de don Nicanor Sarmiento, uno de los líderes y fundadores del barrio Obrero de Fusagasugá; en el mes de Julio de 1969, los socios de la subdirección del Sindicato Nacional de la Industria de la Construcción, un grupo de desplazados y algunos miembros del Partido Comunista, se reunieron en una asamblea en la que participaron Oliverio Orejuela, Nicanor Sarmiento, entre otros; siendo ésta en donde surgió la idea de luchar por la vivienda.[2]

Menciona que a esa reunión había asistido un delegado del sindicato nacional que se llamaba Julio Barahona, quien lanzó el interrogante acerca de la falta de vivienda en Fusagasugá, a lo que los demás asistentes respondieron de inmediato que sí existían problemas de vivienda, así que ‘el compañero’ como lo denomina don Nicanor en sus líneas, les comentó que existía una organización en Bogotá que luchaba por la vivienda para los destechados, que se llamaba Central Nacional Provivienda, que si la gente aceptaba él invitaría a un delegado de la Central para que en una futura asamblea se debatiera sobre el tema.

Tal encuentro se llevó a cabo, fueron convocados los inquilinos de Fusagasugá y por supuesto asistieron miembros de sindicatos; la asamblea tuvo su curso normal y no se discutió mucho sobre el tema. Como lo resalta don Nicanor, la gente quería escuchar al delegado de CENAPROV, según comentan los asistentes se trataba de Tito Guarnizo, un “ideólogo muy versado en la historia según nos contaba desde la comunidad primitiva, la llegada de los españoles, cómo empezó la explotación de los unos con los otros,  la repartición y comercialización de la tierra hasta llegar a la existencia de la central nacional Provivienda, sus objetivos principales y su legalidad jurídica y su forma orgánica”[3]

De la intervención del delegado Guarnizo se dice que fue muy extensa, aunque los asistentes estuvieron muy atentos, debido a su interés por organizarse para conseguir vivienda, razón por la cual se constituyó ese mismo día el Centro Provivienda  Número Uno de Fusagasugá, al que inicialmente se agruparon 35 personas, la mayoría inquilinos y eligieron la primera directiva, obteniendo el certificado de reconocimiento del comité ejecutivo nacional con fecha del 13 de junio de 1969; de esta primera junta algunos miembros no mostraron el debido compromiso.

Al poco tiempo se inició la tarea de difundir el programa de CENAPROV y la elección de la segunda junta directiva, en la que se nombró a Raúl Herrera como presidente quien era también diputado de la asamblea de Cundinamarca, Félix Hortua vicepresidente, Oliverio Orejuela tesorero, Juan Rodríguez fiscal[4]. Así fue como iniciaron la lucha, luego se propusieron conseguir el terreno para poder iniciar un plan de vivienda, exigiéndole también al municipio el cumplimiento de la ley 61 de 1936, pero en el concejo municipal no se contaba sino con el apoyo del dirigente y concejal Juan De La Cruz Varela, por lo que se vieron obligados a buscar otras estrategias como la compra directa del lote con intermediarios como la Central.

Carlos Arango en uno de sus textos menciona que en Fusagasugá la lucha ante el concejo por el cumplimiento de la ley 61 de 1936 se logró tiempo después, consiguiendo  que el concejo autorizara a la alcaldía la expropiación o negociación de terrenos para vivienda, pero los terratenientes al percibir los alcances del plan se opusieron a tal objetivo, y con el fin de poner trabas al proceso propusieron que fuera el Instituto de Crédito Territorial  (I.C.T.) quien se encargara de tal proyecto, lo que fue percibido como una burla, ya que dicha entidad no contaba con los recursos necesarios para desarrollar un proyecto de tal magnitud.

Por algún motivo los terratenientes cambian de actitud y deciden ofrecer lotes baratos a la Central, logrando así el área para el barrio Popular Obrero con la posibilidad de pagar una cuota inicial y el resto a plazos. Tratando de encontrar cuál fue el motivo que produjo dicho cambio en los terratenientes, encontramos según el relato de Celiano Valero que

“ En ese tiempo no habían pequeñas propiedades, en ese tiempo había era haciendas; entonces esto era de un señor que se llamaba Benjamín Escobar. Pero nosotros dentro de la organización, teníamos a un muchacho que había sido trabajador del ferrocarril y le gustaban las reuniones y las cuestiones de lucha sindical, se llamaba Álvaro Sabogal ese era yerno del dueño del terreno. Entonces él le habló al suegro para que le vendiera el terreno a la organización. Y se logró llegar a la fijación de un precio. Se hicieron papeles, se creó una cuenta bancaria para pagar la primera cuota[5] 

Una vez negociado el lote, encontraron en éste dos aspectos claves que empezaron a dar forma al carácter de los habitantes del barrio[6] y la manera de proponerse el progreso del mismo. Por un lado hallaron un terreno que durante mucho tiempo fue empleado para el cultivo de abíchela y tomate, por lo cual se encontraba en condiciones no tan favorables para construir viviendas; debido a la imposibilidad de recursos económicos para contratar maquinaria, surge la figura del TRABAJO COMUNITARIO, y con pica y pala en mano los futuros habitantes se propusieron adecuar el terreno para empezar a construir sus casas.

Por otro lado la relación de los pobladores con los sindicatos, CENAPROV  y el Partido Comunista dio pie para que lo demás habitantes de Fusagasugá especularan acerca del origen del barrio, había quienes decían que se trataba de una invasión; ante esos rumores decidieron, según don Celiano Valero, construir un muro que delimitara y permitiera demostrar que de ninguna manera pretendían invadir terrenos vecinos, una vez demostrado el origen legal y la negociación del lote, puesto que luego de las primeras reuniones y de que se difundiera la noticia del surgimiento del barrio en Fusagasugá “detuvieron a los directivos, se reunió el alcalde Teodoro Aya, monseñor Caro, el personero, el comandante de la policía y le dijeron que ellos ayer habían invadido unos terrenos y ellos respondieron, ‘no señor, nosotros no hemos invadido nada, aquí hay un acta de reunión con quórum, segundo hay un contrato’. Entonces el alcalde con sus secuaces llegaron a la conclusión de que no había nada ilegal.”[7]      


[1] ENTREVISTA con Elso Orejuela. Op. cit.
[2] Archivo personal de Nicanor sarmiento, cuaderno de apuntes, reseña histórica “CENAPROV en fusa”
[3] Ver ANEXO 1.
[4] Dichas juntas directivas estaban conformadas en su mayoría por hombres, la participación de la mujer fue muy reducida, por lo general llegaron a ocupar el cargo de tesorera o secretaria. Los primeros miembros no contaban con una formación académica suficiente como para redactar oficios y demás documentos,(lograban leer y escribir muy precariamente) razón por la cual encontraron bastantes inconvenientes, los cuales fueron superando, al vincular a los hijos de los algunos  miembros de la organización que contaban con un nivel académico más avanzado.
[5] ENTREVISTA con Celiano Valero. Op. Cit.  
[6] Los primeros habitantes del barrio, en su mayoría eran personas adultas, con familias consolidadas, algunas de éstas numerosas; un considerable porcentaje de mujeres cabeza de hogar, todos con enormes carencias económicas y baja formación académica; trabajadores y comprometidos luchadores.    
[7]ENTREVISTA con Celiano Valero. Op. Cit.

[1] ENTREVISTA con Elso Orejuela, actual Vicepresidente nacional de Provivienda  e hijo de uno de los fundadores del barrio. Fusagasugá, abril de 2012.

martes, 7 de agosto de 2012

ACERCA DE ESTE BLOG


Tecnologías para la información y la comunicación (TICS) puestas al servicio educativo

Hasta hace aproximadamente veinte años las formas de comunicación, relación y acceso a la información eran bastante limitadas; en el caso de las comunicaciones a pesar de contar con  herramientas como el telégrafo, el correo humano y en ocasiones con teléfonos, su acceso estaba destinado a quienes podían pagar por estos  servicios  debido a los altos costos que representaban; por su parte la difusión de la información se daba gracias a los diarios impresos y a los libros, en los cuales se brindaba información en algunas ocasiones restringida por quienes la escribían. 

En el mundo actual  nos encontramos frente a un nuevo reto planteado por  la evolución del conocimiento del ser humano, reflejado en las  tecnologías de la información y la comunicación (TICS), las cuales  han venido  situando a disposición de gran cantidad de población herramientas como los celulares, el internet, los computadores entre otras que han transformado la vida de miles de personas en cuanto a las formas de hacer, relacionarse con la sociedad y la manera de difundir la información. Generando lo que Jesús Martin Barbero ha denominado  Descentramiento  que “significa que el saber se sale de los libros y la escuela, entendiendo por escuela todo sistema educativo desde la primaria hasta la Universidad. El saber se sale ante todo del que ha sido su eje durante los últimos cinco siglos: el libro”.

El internet constituye la principal herramienta que han puesto a nuestra disposición las TICS  y la que más información transporta a través del mundo, facilitando el acceso a miles de personas así como diseminando las fronteras del conocimiento y las relaciones sociales; a tal punto que  en la actualidad es necesario contar con un conocimiento mínimo en el manejo de la informática para incursionar en el mundo de hoy conociendo su  funcionamiento  para poder acceder y aprovechar al máximo a la información que este medio nos brinda. 

Por ello  se hace necesario integrar las TICS a la educación, principalmente a través del internet,  empleándolo como una herramienta de apoyo en la enseñanza involucrado con  todos los niveles de formación, buscando  guiar a los docentes  y estudiantes en el buen uso de éste para sacar el mejor provecho en un proceso de acercamiento a la historia local. Por medio de  algunas de las fuentes y materiales empleados en la investigación propia del barrio para así asumir el reto de los nuevos sujetos de la educación, que se encuentran mediados por las tecnologías. Nuestro principal interés con el desarrollo de esta herramienta es  consolidar una cultura de aprovechamiento y aprendizaje por medio del internet entre los sujetos sociales, sin dejar de lado los valores y principios básicos para la comunidad; buscando un aprendizaje significativo que permita la interiorizacion de la información  por parte de los estudiantes mediante la observación, lectura e interacción con las creadoras del blog  en la cual expongan las  sugerencias e inquietudes que surjan  a partir del tema y la herramienta. 



Propuesta pedagógica y didáctica. “Popular obrero un barrio que hace historia”

Teniendo en cuenta que nuestro trabajo de investigación se encuentra enmarcado dentro de la historia y el desarrollo urbano del municipio de Fusagasugá. Consideramos pertinente generar un espacio abierto para la apreciación y consulta de  los procesos llevados a cabo en la consolidación del barrio Popular Obrero.  Empleando  las tecnologías de información virtual  a través de la elaboración de un blog  en internet herramienta que permite un importante y valioso acceso interactivo  de diverso y lúdico material  donde se podrá encontrar una breve reseña histórica del barrio popular Obrero, la biografía de  algunos líderes del barrio,  una galería de imágenes fotográficas y documentos relacionados con la consolidación del mismo. Igualmente se dispondrá de un espacio abierto al público  dedicado a la recepción de comentarios, preguntas, observaciones, sugerencias, respuestas así como para el enriquecimiento del mismo por medio de nuevas publicaciones realizadas por otros autores contribuyendo al desarrollo de la historia urbana de Fusagasugá. Bajo el link: http://barrioobrerofusagasuga.blogspot.com/

Aunque este blog se encuentra a disposición de la población en general, pretende  desarrollar el estándar diseñado por el Ministerio de educación nacional  para los grados sexto y séptimo de educación básica secundaria, que busca el reconocimiento de  “redes complejas de relaciones entre eventos históricos, sus causas, sus consecuencias y su incidencia en la vida de los diferentes agentes involucrados”.  A partir  de tres competencias enfocadas en  las relaciones con la historia, las  relaciones espaciales y ambientales, así como en el desarrollo de compromisos personales y sociales que contribuyan a la generación de una cultura del aprovechamiento y buen uso del internet. 


SITIOS DE INTERES




TEXTOS RECOMENDADOS


Bibliografía básica para la historia del barrio popular obrero de Fusagasugá.


  ARANGO, Carlos. La lucha por la vivienda en Colombia. 2º edición. Editorial Ecoe. Bogotá. 1986.  

  MARTINEZ CLEVES, Raúl. Fusagasugá una ciudad soñada, historia urbana 1880-1970. 2º ed. Alcaldía de Fusagasugá. Fusagasugá. 2005.

Bibliografía general 

  ACOSTA, Elsy. Historia de mi barrio Bellavista (Turbaco).editorial Lealon. Medellín. 1997.

  AGUIRRE, Rafael. Entre la realidad y las sueños: historia de una organización comunitaria barrial. S. n. Bogotá. 2001.

 CARVAJALINO, Hernando. La experiencia bogotana del barrio obrero al lote con servicios. En: Revista urbanismos No 3. Bogotá. maestría en urbanismo Universidad nacional de Colombia.  PP. 152- 159.  

CISTERNA, Francisco. Categorización y triangulación como procesos de validación del conocimiento en la realización de la investigación cualitativa. Universidad de Bio-Bio chillan. 2005

HOBSBAWM, Erick. Sobre la historia. Editorial Crítica. 2002. P. 206.

JANSSEN, Roel. Vivienda y luchas populares en Bogotá. Bogotá: ediciones tercer mundo 1984. P.43

KOCKA, Jurgen. Historia social: concepto, desarrollo y problemas. Editorial Alfa. Bacelona. 1992.

LEGRAND, Katherine. Colonización y protesta campesina. Bogotá: Universidad Nacional, 1998, p.91.

LONDOÑO, Roció. Juan de la cruz Varela. Sociedad y política en la región de Sumapaz 1902-1984. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2009. P 334.

 MARULANDA, Elsy. Colonización y conflicto las lecciones del Sumapaz, Tercer mundo editores 1991, p. 101.

PALACIOS, Marco.  El café en Colombia. Una historia económica social y política: 1850-1975.Mexico: El colegio de México, 1969, p.219.  

--------. Entre la legitimidad y la violencia Colombia 1875-1994. Bogotá: Norma 1995.SABINO, Carlos. El proceso de investigación. El cid editor. 2002

SANCHEZ, Gonzalo. Los días de la revolución. Gaitanismo y 9 de abril en provincia. Bogotá: Centro Jorge Eliecer Gaitán, 1984.

SCHTINGART, M. autogestión urbana y derechos ciudadanos, en nueva sociedad numero 114 (Julio – Agosto 1991) Caracas
 SOTO RAMIRES, Javier., et al. La vivienda popular hoy en Colombia. Editorial CINEP. Bogotá. 1981.

TARROW, Sydney. Poder en movimiento. Los movimientos sociales, la acción colectiva y la política. Alianza Editorial, Madrid. 2004.  

TIRADO MEJIA, Álvaro. Introducción a la historia económica de Colombia. Bogotá.

  TORRES CARRILLO, Alfonso. La ciudad en la sombra barrios y luchas populares en Bogotá 1950- 1977. Editorial CINEP. Bogotá. 1993.

TORRES CARRILLO, Alfonso. La ciudad en la sombra barrios y luchas populares en Bogotá1950-1977.bogota cinep 1993. P 138

VARELA, Laura y  DUQUE, DEYANIRA.  Juan de la cruz Varela entre la historia y la memoria. Bogotá: Universidad Antonio Nariño, 2010, p.233.

Barra de vídeos


domingo, 29 de julio de 2012

BIOGRAFÍAS DE LIDERES



MARIO UPEGUI HURTADO (1938- 2012)


Tomado de: Álbum familia Sarmiento.

Este incansable luchador popular,  hijo de campesinos humildes y trabajadores,  nació el 19 de julio de 1938 en Montenegro (Quindío), se dice que  aprendió a escribir y a leer gracias a Camilo Torres, pero al parecer aprendió mucho  más que eso, ya que desde muy temprana edad acompañó al cura guerrillero haciendo las veces de guardaespaldas, emprendió allí el camino hacia la revolución, aquella que tanto anhelo su mentor, para posteriormente dedicarse hasta los últimos días de su vida a la lucha por la justicia y las causas populares.

Siendo muy joven se vinculó al Partido Comunista Colombiano (P.C.C.), del que llegó a ser un gran líder, comprometido y presente en todos los procesos que éste emprendía a favor del pueblo, la democracia y la búsqueda de la paz.

La Universidad Cooperativa de Colombia le otorgó a finales del año 2008 un reconocimiento "Honoris Causa de la Facultad de Sociología" como mérito a su trabajo y lucha social por el bien de las clases necesitadas y por supuesto por haber aportado grandes esfuerzos a la solución de problemas de dichas clases afrontaban.

Fue durante 20 años concejal de Bogotá, periodo en el que demostró total honestidad, perteneció al comité ejecutivo del P.C.C., durante tres décadas por lo que sufrió amenazas, persecuciones y hasta la cárcel. Igualmente fue presidente y sobreviviente de la Unión Patriótica allí presenció los viles asesinatos en contra de sus compañeros por lo que dedicó gran esfuerzo para esclarecer los hechos, en contra de la impunidad y a favor de la reparación histórica de familiares y víctimas de tal genocidio. 

Mario Upegui ejerció un papel determinante en la lucha por la vivienda en Colombia. Hacia 1961, junto a otros dirigentes sociales y populares fundaron la Central Nacional Provivienda (Cenaprov) y en común apoyo con el P.C.C, contribuyeron a la construcción de aproximadamente 200 barrios a nivel nacional, luchando contra los políticos y las autoridades que estigmatizaban este tipo de acciones, de igual forma lucharon en contra de muchos urbanizadores piratas que buscaban aprovecharse de la necesidad de vivienda de algunos pobladores.

Una de las más importantes luchas por la vivienda  lideradas por Mario Upegui  tiene que ver con la construcción del  barrio  Policarpa Salavarrieta al sur de la ciudad de Bogotá, a tan solo unas cuadras de la casa presidencial, en donde expuso su vida por apoyar a la comunidad durante aquellos repetidos intentos de la fuerza pública por desalojar lo que empezó como una invasión en pro del derecho a la vivienda.

De igual forma hizo importantes contribuciones el barrio Popular Obrero en Fusagasugá, pues desde la presidencia de CENAPROV acogió, asesoró y acompañó el proceso de organización del mismo.

Sin lugar a dudas Mario Upegui Hurtado fue un hombre de firme compromiso y entrega total, no mostró vacilación alguna en sus decisiones ni en sus acciones, trabajó siempre por los intereses del pueblo y aunque sus cargos y reconocimientos no fueron su mayor motivo de orgullo si lo fue haber  apoyado  tantos procesos y haber obtenido la positiva respuesta y acogida de las personas con las que trabajó desde aquellos cargos.

Un gran ejemplo de lucha y transformación social fue lo que dejo Upegui en la historia de un país, en el que muchos opinan pero pocos actúan.


                                    NICANOR SARMIENTO RIVEROS (1924-1999)


Tomado de: Álbum familia Sarmiento.

El 11 de enero de 1924 el municipio de Pasca (Cundinamarca) vio nacer, a quien sería uno de los más queridos y admirados luchadores populares de Fusagasugá: Nicanor Sarmiento. Proveniente de un hogar de humildes campesinos, desde muy joven fue un hombre de trascendentes decisiones, a muy temprana edad se marchó de su casa en busca de oportunidades laborales con la compañía de uno de sus hermanos.

Debido a las necesidades y la escasez de recursos su formación académica llegó hasta el grado segundo de primaria, esta formación se fue enriqueciendo al recorrer la región del Sumapaz y no precisamente en un aula; fue la vida misma, quien se encargó de forjar en este personaje valores, coraje y sensatez.

Aprendió el oficio de acerrar madera, del cual obtuvo el sustento la mayor parte de su vida, sin lugar a dudas llegó a ser uno de los más destacados ebanistas y carpinteros de Fusagasugá, en donde se estableció y conformó su familia luego de recorrer municipios vecinos.

La época de la violencia de mediados del siglo pasado, los corrillos políticos de los partidos hegemónicos y las atroces injusticias padecidas por sus compatriotas, moldearon su ideología, su forma de percibir la sociedad y en su afán por defender los intereses y la reivindicación de los derechos de los trabajadores, campesinos y por supuesto, destechados, se unió a la lucha del Partido Comunista a finales del año de 1966, en el que llegó a ser uno de los militantes más fieles y activos. Fue sin duda un comunista, integro, completo, que ningún día de su vida le falló al partido.

La experiencia de lucha en algunos lugares del país, emprendida por los destechados, influenció fuertemente a Nicanor, su pasión y obsesión era la lucha por la vivienda, razón por la cual, inició de la mano con otros líderes populares pertenecientes al Partido Comunista y bajo la asesoría de CENAPROV un proyecto de vivienda en Fusagasugá, del que resultó la construcción del barrio Popular Obrero, aquel sueño de un techo propio se hizo realidad para 207 familias, incluyendo la suya.

La lucha no frenó allí, la consecución de los servicios públicos, el mejoramiento de las viviendas y la consolidación del barrio, impulsó a este luchador viviendista a otros espacios de participación, llegando así con el apoyo del Partido Comunista al concejo municipal durante dos periodos desde 1972 a 1978. Su participación allí dejó muy en alto el nombre del barrio y de sus habitantes, al destacarse por su gran compromiso, responsabilidad, honradez  y solidaridad con la comunidad.

Su lucha incansable conjugada con el dinamismo que lo caracterizó, le permitieron ser uno de los gestores de obras importantísimas para el barrio, como lo fueron la construcción de la casa cultural, la escuela Yira Castro y el puesto de salud.

Como reconocimiento a su entrega y dedicación las directivas de CENAPROV, le dieron un cargo como funcionario remunerado y una vez retirado del oficio de la carpintería debido a inconvenientes de salud, se dedicó de lleno a la lucha y al trabajo comunitario, desempeñándose como presidente del Centro Provivienda Numero Uno de Fusagasugá en donde por supuesto reafirmó los valores que siempre lo caracterizaron; demostró a su vez ser muy organizado, siempre tomaba nota o registro fotográfico de los avances o acontecimientos importantes para el progreso del barrio.   

Sus compañeros, amigos y familiares hoy lo recuerdan como aquel apasionado por su causa, que nunca le falló a sus compromisos, que a pesar de sus escasos recursos, jamás sacó ganancia a la organización; como aquel hombre que con su voz de autoridad y liderazgo les dejó más que consejos, les dejó una lección de vida,  de lucha y sobre todo le dejó a toda una generación el inicio de un camino que se recorre tras la realización de los sueños.  




MARIA HELENA REINA MONTILLA (1948-1998)

                                   
Nacida un 2 de Mayo de 1948 en el Municipio de Viotá Cundinamarca; Hija de Aminta Montilla y Adán Reina, humildes campesinos del sector. Realizó estudios hasta segundo de bachillerato en el colegio de la inspección de Liberia, perteneciente a Viotá. Desde muy niña, se caracterizó por ser líder, organizando diferentes grupos para la realización de actividades culturales y ecológicas. A los 13 años de edad se vincula a las juventudes comunistas y posteriormente a la UMD (Unión de Mujeres Demócratas).

A los 22 años contrae matrimonio y se traslada a la ciudad de Bogotá donde vive por tres años con su esposo y sus tres hijas. Posteriormente llegan a Fusagasugá y luego de 14 años de matrimonio se separa; por esta razón se ve en la obligación de dedicarse a la costura como medio de sustento y empieza a integrarse al partido Comunista, el cual le brinda apoyo contratándola como Secretaria de la Central Nacional Pro- vivienda sede Fusagasugá. Igualmente su padre le obsequia una vivienda ubicada en el barrio Los Comuneros para que viva allí junto con sus hijas. 

Con su llegada al barrio y su presencia en la Central, se empieza a interesar mucho más en la lucha por los derechos de las clases populares y por los destechados, reintegrándose a la lucha con y por las mujeres Fusagasugueñas; igualmente se involucra en la legalización de los barrios Comuneros, Jaime Pardo Leal, Pablo Bello y las Américas, la consecución de servicios públicos y  la defensa de los hogares comunitarios. 

Gracias a su participación en la UMD es enviada por cuatro meses a La Habana (Cuba), con el fin de recibir una capacitación en cuanto a la lucha de las mujeres, con el firme compromiso de revertir dichas experiencias en las mujeres Fusagasugeñas. Fue concejal suplente en dos ocasiones y en el año de 1988 libra una fuerte batalla en apoyo a los hogares y madres comunitarias en búsqueda de reivindicaciones como seguridad social y el pago del salario mínimo. Al ser la única mujer que integraba para ese entonces el comité ejecutivo de Pro-vivienda, luchó contra el machismo exigiendo el reconocimiento de la labor femenina en todos los niveles de la sociedad.

Desde el comité femenino de Pro-vivienda realizo diversas tareas entre las que se destacan la creación de una tienda y panadería comunitaria organizada por las mujeres del comité, la creación de un comedor popular en el barrio Los Comuneros el cual funcionó hasta hace pocos años brindando alimentación a personas de la tercera edad pertenecientes al sector. La pertenencia al nombrado comité, le permitió ser representante del mismo en el técnico de la Mesa Municipal de la Red de Solidaridad Social para el programa de apoyo a mujeres jefas de hogar con hijos en edad escolar  y en el comité Promujer de Fusagasugá desde donde llega a ser edil de la comuna sur oriental.

El 20 de Septiembre de 1998 cuando tenía 50 años de edad, la luz de esta luchadora mujer se apagó producto de una penosa enfermedad que le hizo perder su batalla por la vida.  El legado que dejó se refleja en la admiración y reconocimiento de todos aquellos que vivieron de cerca su obra, quienes la recuerdan con cariño y reconocen el importante papel que ejerció por la defensa de las mujeres. 

Actualmente la Casa Cultural del Barrio Los Comuneros lleva el nombre de esta luchadora como reconocimiento a su labor dentro del barrio y con el fin de que su nombre nunca sea olvidado. 




PAPEL DE LA MUJER EN LA LUCHA POR LA VIVIENDA POPULAR*

Por: Mario sarmiento 



Muchas, valerosas, destacadas y luchadoras, son las mujeres que contribuyeron a consolidar lo que hoy es el Barrio Popular Obrero en Fusagasugá. Unas, llegaron al barrio con su esposo e hijos, otras, solamente con sus hijos pues las condiciones de violencia de las zonas de donde provenían, las habían despojado de sus seres queridos; otras, llegaron, se separaron, lucharon, se quedaron…

Mencionarlas a todas, conllevaría un trabajo que superaría las páginas de cualquier texto, pues alrededor de cada una de ellas, se tejieron verdaderas historias, se sucedieron hechos anecdóticos que, dejar de lado un detalle, haría perder el contexto de la realidad en que se sucedieron.

Las hubo de todas: aquellas que estaban pendientes del tinto a la hora de las reuniones de Directiva o de asamblea del Barrio, las que ayudaban en la organización y desarrollo de los bazares, aquellas que, a la par con los hombres, rompieron la tierra para la construcción de las obras vitales de la comunidad, otras que instalaban la venta de Bavaria, Rubia o costeña -las cervezas de la época- para mermar la sed de los compañeros –palabra que indicaba la amistad y la fraternidad reinante en ésta comunidad.

* Como aporte a nuestra investigación, Mario sarmiento, decide escribir estas líneas en reconocimiento a la labor y lucha  de las mujeres de Pro-vivenda, en especial Lucila Vega.
Unas, nos acompañaron en el duro trasegar de construir comunidad; otras, por cuestiones familiares, laborales, oportunidades de negocio o por enfermedad se marcharon del barrio; a otras, sencillamente, la muerte las sorprendió cuando empezaron e ver sus hijos disfrutando alegremente de lo que ayudaron a construir o marchar a otras ciudades en busca de educación superior u oportunidades de empleo. Otras, aun viven en el barrio y recuerdan con nostalgia aquellas épocas, recordando el adagio popular de que todo tiempo pasado fue mejor.

Tal es el caso –sin pretender desconocer el trabajo de otras valiosas mujeres- de LUCILA VEGA. Madre de 3 hijos en su primera relación, llega al barrio a ayudar a construir comunidad. Ya con dos hijos en su nueva relación, se vincula al proceso, destacándose por su ánimo de participación en los diferentes comités en que se trabajaba para bien de la comunidad: el comité de obras, femenino, de trabajo comunitario, etc. 

Muchos recordamos su puntualidad a la hora de llegar a las actividades programadas. Sin descuidar sus quehaceres domésticos ni el cuidado de sus hijos, Lucila acude con puntualidad al llamado de las actividades a desarrollar en el barrio, está pendiente del diario vivir de la comunidad, recuerda a los Directivos que una vecina está enferma y requiere de la solidaridad proponiendo una recolecta para ayudarla; igualmente, le jala las orejas a los compañeros Anatolio y Olimpo, por estar recochando en plena reunión, a tiempo que está pendiente que los hijos del compañero, están en la calle y es peligroso a tan altas horas de la noche. Es sorprendente, sentir como Lucila está en todo pendiente, siempre dispuesta a colaborar y siempre, en la mejor disposición de contribuir para que el barrio Popular Obrero, sea lo que es hoy.
Cosas del destino, la llevan a su segunda separación y a quedar sin techo junto con sus pequeños hijos. Sin lotes a disposición, la Central Nacional Provivienda, aprovecha el proceso de legalización del barrio ante la Alcaldía Municipal y en una esquinita, se reduce el tamaño de una zona verde y se incorpora el Lote 207 del Barrio, siendo adjudicado, previo un módico pago y en reconocimiento a su lucha, sitio actual de su residencia.

Tal ha sido su valioso aporte, que ni siquiera en la actualidad descansa en su preocupación por mejorar las condiciones de vida de la comunidad que ayudó a formar y a la que pertenece: luego de ser directiva de CENAPROV, tanto en el Barrio como a nivel Seccional y de participar en varias Asambleas Nacionales de la organización, se vincula también a la Junta de Acción Comunal; posteriormente es elegida Edil de la Comuna Sur Oriental de Fusagasugá, apoyando sendos candidatos a Concejo y Alcaldía Municipal, a quienes de vez en cuando, regañaba por prometer y no cumplir recordando los compromisos hechos ante su comunidad.

En la actualidad, Lucila se vincula a diferentes programas que iniciara PROVIVIENDA y luego continuaran algunas alcaldías en Fusagasugá, particularmente en la atención a población de la tercera edad, viendo con tristeza como, por decisiones políticas, tales programas de borran de tajo, dejando aun más desprotegidos a nuestros ancianos. Sin embargo, su experiencia le permite concluir que, desde sus comienzos, ha sido más el esfuerzo mancomunado de la comunidad que la presencia y el apoyo estatal en la solución de los problemas, lo que la motiva, a seguir adelante en su lucha, digno ejemplo de firmeza, dedicación y constancia por una comunidad, sin dejar de lado, como en sus mejores tiempos, su reclamo pendiente por no haber ido a visitarle en aquella Navidad……. 


GALERÍA DE IMÁGENES

Acontinuación se observan una serie de fotos tanto de los diferentes momentos del barrio como de sus lideres:      






























FUENTES Y MATERIAL DE ANÁLISIS



                 APUNTES PERSONALES NICANOR SARMIENTO


Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento.


                                     Recibos de pago, lotes Barrio Popular Obrero.



                                                Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento.

              Datos históricos sobre la enseñanza primaria en el barrio Popular Obrero.


Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento

 Breve reseña histórica del Barrio Popular Obrero.


                                          Discurso de inauguración escuela Yira Castro.


                                               Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento.

                                           Carta al gerente empresas públicas.



                                                                         Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento

 Carta del Alcalde Teodoro Aya anunciando el servicio de Luz. 


                                                                Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento.

                                             Solicitud para el servicio de energía eléctrica.


                                                                         Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento.

                          Discurso de inauguración escuela Yira Castro página 4.



                                                           Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento.

                         Carta al Gobernador solicitando auxilio para la escuela.


                                          Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento.

                                          Carta enviada a Manuel Cepeda Vargas página 2.


                                                                Fuente: Archivo personal Nicanor Sarmiento.